8 feb 2015

Por las sonrisas


Quiero enamorarme. Tengo tiempo de sobra para hacerlo y el temor ya lo dejé en el camino que recorrí.


Hay espacio en mi vida para más personas. ¿Amigos? Claro, nunca serán suficientes cuando de una amistad sincera se trate.

¿Amores? Uno solo, para toda la vida, para siempre. Uno que se sienta, que duela si tiene qué, pero que al final sea una sola sonrisa. Con cicatrices, ellas muestran lo superado, lo vivido, lo amado.

Quiero un amor de locos, de risas, de chistes. Un amor como venga, como la vida quiera traerlo; el caso es que sea AMOR.

Ella no tiene que ser hermosa para todos, solo para mí. Sus ojos pueden mirar al que quiera, pero solo brillarán por mí. Sus labios, míos. Su voz la sentirá cualquiera, pero a mi oído gritará amores y sueños. La yema de mis dedos solo querrá recorrer su piel suave y tersa, y no tendrá mejor lugar que sus mejillas para descansar.

¿Su cuerpo? El que se le antoje tener. Que coma lo que quiera mientras sea feliz. Con las curvas de su sonrisa me basta si eso quiere ella. Mientras me ame, yo amaré su alma con la misma intensidad que me aferro a la vida. Yo solo necesito que desnude su ser, con eso me basta para apreciar su hermosura.

Sueño una historia de dos, compartida. Apoyo mutuo, siempre; pero confieso que me partiré el alma para verla sonreír cuánto más pueda.
Alguien que escuche mis quejas y no las deje pasar de largo. Un amor que sea complaciente, pero también capaz de pedir cuando tiene que hacerlo. Una mujer que se desahogue conmigo, que me cuente sus miedos y me permita afrontarlos con ella.

Quiero que camine a mi lado y solo se ponga detrás de mí cuando deba protegerla. Porque daría mi vida por ella, sin pensarlo. ¿Y es que qué más es el amor si no la entrega total por el otro?
Tengo lugar en mi alma, en mi memoria, en mi corazón. Un espacio amplio, cómodo y sin ataduras. Por eso es que no amaré a cualquiera, solo a quien cumpla dos condiciones: quiera entrar allí y desee quedarse para siempre.

No quiero alguien igual a mí. Prefiero una persona diferente que quiera mostrarme su mundo, y enseñarme de él. Aprender juntos, soñar juntos, amar juntos.
Una mujer que disfrute de mis carcajadas y entienda el valor de un minuto conmigo. Que tenga tiempo y espacio para mí, y sepa estar cuando la necesito. Que seque mis lágrimas y sepa detenerlas con un fuerte abrazo.

Yo estaré siempre, con mis manos abiertas, mi pecho listo para arroparla y mi espalda firme para soportar su peso cuando sea necesario.

Lo sé, quiero un amor único y es difícil encontrarlo, ¿pero quién puede negar mis sueños?

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