26 abr 2015

La Búsqueda

No busco a alguien, ni algo. No quiero encontrar, ni tampoco chocarme.

No busco amor, ya dejé de hacerlo. No busco compañía, con la que tengo me basta. No busco tiempo ajeno, el mío es suficiente.

No te estoy buscando, aunque alguna vez te encontré. No espero nada, ni a nadie. Ya lo hice.

No busco placer, no busco sexo. No busco un cuerpo, ni su desnudez.

Busqué y me perdí. Tantas veces creí encontrar, y no fue así.

Ahora que me busquen, que me encuentren, que se choquen conmigo.

No voy a moverme. Y si lo hago es porque ya dieron conmigo.

14 abr 2015

Uno más

Qué vida esta en la que nos preocupamos porque alguien se va, en vez de concentrarnos en que nosotros quedamos. ¿Dónde está entonces el amor propio si lloramos más por una pérdida que por nuestra propiedad más invaluable?

Les cuento que hace casi ocho años partió mi viejo, hace cinco un gran amor que tuve, hace meses otro; y si los enlisto todos no termino nunca. Pérdidas por todos lados, tristeza, ausencia, dolor. Y yo, llorando de vez en cuando, con la mente inundada de vagas ideas que me atan al pasado.

Por enésima digo “no más”, y vaya uno a saber cuántas más voy a decirlo. Hasta que lo logre, solo paro cuando pueda. No está muerto quien lo intenta. Porque la sonrisa de mi vieja y los abrazos de mi hermano valen por mil muertes; el orgullo que me despierta mi familia, el que quiero hacerles sentir, no tiene límites y todos los días me empuja un poco más.

Para qué pegarme de lo perdido, de lo que se fue, de quienes ya no están. Los tengo que recordar, claro, en parte por ellos es mi presente. Gracias y listo, nada más para mi pasado. Amor eterno para mi papá, él lo mereció desde siempre, y se acabó.

Años de carga llevo a mis espaldas, vívidos y cargados de recuerdos. El pasado se convierte en un pesado lastre si no se sabe guardar. ¿Qué gana aquel que avanza con un peso encima y recoge un poco más a diario? Nada, en lo más mínimo. Es mejor ir ligero, con poco equipaje, dejando atrás y viviendo más.

Jamás serán suficientes los detalles, siempre con un toque de belleza, si sabemos aprovecharlos como se debe. Tomar lo bueno y ni siquiera mirar lo demás. “Lo que no sirve, que no estorbe”, no es posible una frase más cierta.