28 jul 2014

Vivir

Cuenta la leyenda que es mejor de a dos, que la vida solos no trae tanta dicha. ¿Un complemento? No lo creo, es quizá una sonrisa más para ver en los bellos momentos y un hombro siempre dispuesto para recibir lágrimas.

Es necesario ser cauteloso, pero no en extremo. Por eso se tiene que entregar lo que se tenga. Arriesgar sin medida para encontrar quien esté dispuesto a lo mismo. No se trata solo de tener una pareja, existen quienes son expertos en brindar alegría con otro tipo de amor: amigos les llaman.

Cariño, de nombre le pusieron, y a todos un poco les dieron. Es la capacidad para entregarse al otro sin interés de por medio, sin esperar retribución. No se aprende, no se enseña. Solo se vive.

Por eso: entréguese ante la vida. Ame, no odie. Perdone, sane, olvide. Sea feliz, pero solo cuando haya podido hacer felices a otros también. Deje atrás el egoísmo y preocúpese por lo que esté más allá de sí mismo. Ocúpese de quienes lo rodean, y verá cómo comienza a encontrar sonrisas entre tanta mierda que hay en este mundo.

La vida se trata de eso, de ir en contra de lo sencillo. Arriesgarse a hacer lo difícil, lo que parece imposible. Créame, aunque no lo logre, el esfuerzo siempre será recompensado. Entonces, comience de una vez a vivir.

2 comentarios: