26 may 2015

Bella

La vi en el recinto y supe de inmediato que su belleza resaltaba. Tuve tiempo de repararla, tanto como para decidir que era la más linda allí. 

Se me ocurrió decirle, pero no la tuve cerca siquiera. Me bastó con imaginar que se lo murmuraba al oído, a lo que ella reaccionaría con un inesperado "¿soy la más linda solo aquí adentro?"; y yo respondería "sí, porque mi mamá está afuera y es difícil competir con ella en ese tema".

Así fue como me entretuve en el camino a casa, imaginando aquello que no pasó. ¿Qué tal si se le hubiese dicho? Bueno, jamás sabré.

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